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Y paramos en Belle Ile...


Después de casi tres semanas, vuelvo a escribir. Como ya sabrán me mude a la mismísima loma del orto, y no es en Ushuaia, se llama Belle Ile en Mer, Francia. Y le puedo atribuir este nombre porque si bien Tierra del Fuego aun tenemos que cruzar hasta Chile para salir al continente, aca en Belle Ile, también se llega en Ferri o barcaza, pero es una isla con muy poca población, basada en el turismo y la pesca. Solo tiene 4 pequeños pueblos, y cuando hablo de pequeños, no tienen más de 2.000 habitantes exagerando. La gente se maneja mucho a dedo hasta los pueblos cercanos, especialmente a Le Palais. El pueblo que yo vivo se llama Bangor, aunque no vivo en Bangor sino en Port Goulphar, en el Hotel donde trabajo, donde hay habitaciones destinadas para el personal.

Llegar aca fue un viaje largo, saliendo de Lyon hasta Vannes casi 11 horas en colectivo. Después de Vannes a Auray en tren, luego de esperar un par de horas, un cole de Auray a Quiberon, donde finalmente se toma el ferri para abordar a la isla. Cuando llegué llovía, hacía frío, y lo poco que pude ver parecía lindo, pero “vacío”, ¿será por el frío, la lluvia, el invierno? Espere un par de horas más, y llegó mi “bote” Vindilis. El viaje dura aproximadamente 45’ y fueron horribles, me super maree, flojísima yo. Iba tan mal, que cerré los ojos y espere llegar. Ya en “Le Palais”, el viaje no terminaba ahí, quedaban 8 km más para llegar a mi nuevo hogar. El chofer de la empresa fue a buscar a unos clientes, y aproveche el viaje.

La ruta estaba oscura, y fue lo primero que me llamó la atenció, nada de iluminación. Me mostraron mi habitación y estaba bastante bien, casi casi como la de la última pensión que viví en Córdoba. Un televisor y programas en francés, para variar jajajaj. Acá en la isla hay 3 argentinos, y conmigo ya somos 4. Me junté con ellos, charlamos, me entere rápido de que viene la cosa por aca, y partí a mi habitación. Todo con linterna o aprovechar la luz del faro, aca se ve que cuidan bastante la luz, porque no hay por ninguna parte jajaja.

El primer dia es raro, sentarse a comer con todos, me te miren, que vean que sos la nueva, que no hablas un choto, que pronuncias mal, y hasta aveces están hablando de vos y ni te enteras, porque justamente no entendes nada. Esto es asi, ser cara dura, y darle. Se cena muy temprano y es una de las cosas que más me cuesta acostumbrarme, de 18 a 19.30 como mucho, y si vas más tarde te quedas sin comer. No hay delivery, no tengo cocina para hacerme algo, ni heladera para metar alguna birrita, no existen los kioscos, y el super mas cercano queda a 6 km, que obvio que después de las 19 hs está cerrado.

Al otro dia aproveche para conocer un poco la isla y sali a caminar, vi algunos acantilados, formas extrañas de las piedras, mucho viento pero una vista hermosa. Aunque le confieso que me visto lugares mucho mas lindos. Paisajes diferentes ni mas feos, ni mas lindos, simplemente diferentes.

El viernes 19 empecé a trabajar, un día antes de lo previsto. La ventaja es que el trabajo está a 1 minuto, si te quedas dormido, corres y ya estás jajaja. Hace muchísimo tiempo que no trabajaba tanto, sabía que el trabajo de mucama es muy físico y rápido, lo veía en Córdoba cuando auditaba los Hoteles Howard Johnson, pero ahora yo estoy del otro lado, ahora yo soy la mucama que hace fuerza, que lleva toallas mojadas y todos los juegos de sabanas, para evitar dos viajes. Al segundo día de trabajo ya se me habían quebrado casi todas las uñas y salido el esmalte, jajajaja, flojísimo lo mio. El trabajo es al palo, y lo más gracioso que cuando me enseñaban paso por paso, la francesa se pone de rodillas tal cenicienta y empieza a limpiar el piso, y yo pensaba : “esta piba no piensa usar una mopa, un palo de piso”. Y efectivamente no, acá es así, al piso y a limpiar…. Wowwww, asi que asi estoy cada tanto agachada limpiando el piso, inodoros y demases, obvio buscando la forma de no agarcharme, hacerlo con el pie funciona bien jaja. Por supuesto que no hay foto, lo dejo a su imaginación.

Trabaje tres días, un día de descanso, y cuando regreso de mi franco, me encuentro con la agradable sorpresa que me tocaban 9 días seguidos, con servicio de cobertura, o sea después de trabajar 8 ó 9 horas a la noche me tocaba ir de vuelta, solo por 1 hora y media o 2 a tocar la puerta de los clientes y preguntarles si necesitaban algo, y yo temblaba por el simple hecho de tener que hablar. La vez que me toco sola fue horrible, me trababa no entendía lo que me decían, ahora estoy un poco mejor, aunque sigo sin entender el todo si me piden algo raro, por suerte en ese momento habia hay alguna compañera cerca mio para auxiliarme en caso de que lo necesite, pero Carla me escucha y se empieza a reir, así que mejor tenerla lejos jajajja.


Y así estuve hasta hoy, cumplí mi 9no día, cada día me dolía una parte del cuerpo diferente, pero creo que cuando pasas el 7mo día ya no te duele más nada porque ya te duele todo, jajaja. Y es así, por extranjera, por hablar poco. Pero pude, llegué, hoy un poco más feliz, pero ayer mi cara era de se pueden ir todos a cagar. Y acá rompimos un mito, en Europa son legalistas, se trabajan solo 7 horas, te pagan las horas extras, y bla bla bla un choto, es mentira. El trabajo es así en cualquier parte del mundo, al menos el de turismo y restauración. Pero está bien, esta experiencia, sirve para curtirse, aprender un poco más, estar del otro lado, empatizar y ponerse en el lugar del otro. Ahora ya saben, si van a un hotel, sean compasivos, dejen una habitación decente para que venga la “femme de chambre” y limpie mucho más rápido, y siempre recuerden tirar la cadena jajajaj!


Pero no todo es malo, en la parte donde me hospedo, hay 3 habitaciones, la mía, una vacía donde es la sala de fumadores, la sala de té, y donde guardamos nuestras plantas (habitación desocupada), y en la primera habitación esta Carla, una gallega súper simpática, carismática, cabrona, pero con un corazón enorme, que me ayudo desde el primer momento y fue quien estuvo en mi lugar sola, sin amigos hace un año atrás, y no quiso que yo sienta lo mismo y me ayuda en todo: desde darme wifi, hablar por mi cuando sentía que me estaban cagando, llevarme a conocer la isla, avivarme en muchas cosas, en fin hacérmela más fácil, más llevadero. Y asi pasamos nuestras tardes o coberturas de trabajo, riéndonos, charlando, yendo a tomar unas pintas y esperando el verano.


Como siempre digo, en el camino siempre, pero siempre nos encontramos al menos una persona que vale la pena, y La Gallega parece serlo. Inevitablemente no puedo parar de llamarla boluda, o culiada, o hablarle con mis argentinismos y mirarla y decirle: “me estás jodiendo”. – ¿Pero qué me dices? contesta ella, claro por más que hablemos la misma lengua algunas expresiones se mal interpretan. Pero como nos reímos!!!! Nosotras las extranjeras, versus las nativas, jajajaja!

Tener compatriotas argentinos no es poca cosa, no hay nadie que pueda entenderme como ellos, el pais tira mucho, y mas cuando estamos tan lejos de todo.


Petit a petit voy aprendiendo francés, cuesta pero no es imposible, aun me restan 10 meses más para aprender, aquí en Belle Ile, plantamos base por algunos meses!

Ya les iré contando mis demas senaciones en cuanto a la cultura, la joda, la isla, la vida del dia aquí en Belle Ile!


Besos a todos, hasta el próximo post!



Fer


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